En el dinámico mundo de la gestión de fondos de inversión, la ciberseguridad ha emergido como un componente esencial para salvaguardar los activos y mantener la confianza de los inversores. La reciente sofisticación de los ciberataques y la integración de tecnologías avanzadas en las operaciones financieras exigen una atención meticulosa a la seguridad digital.
Panorama Actual de las Amenazas Cibernéticas
Según el diario El País, el año 2024 fue testigo de un incremento sin precedentes en ciberataques, con pérdidas estimadas en 10.000 millones de euros, duplicando las cifras del año anterior.
Este aumento se atribuye, en parte, al uso de inteligencia artificial por parte de los ciberdelincuentes, lo que les permite ejecutar ataques más precisos y devastadores.
El sector financiero, y en particular la gestión de fondos de inversión, se ha convertido en un objetivo prioritario para los atacantes. En 2024, se observó un notable incremento en la actividad de troyanos bancarios diseñados para robar credenciales y datos financieros.(cincodias.elpais.com)
Regulaciones Emergentes en Ciberseguridad Financiera
En respuesta a estas amenazas, el marco regulatorio europeo ha introducido el Reglamento de Resiliencia Operativa Digital (DORA), que entró en vigor el 17 de enero de 2025. DORA establece requisitos estrictos para que las entidades financieras, incluyendo los gestores de fondos de inversión, fortalezcan su ciberresiliencia y gestionen eficazmente los riesgos relacionados con las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
El Reglamento de Resiliencia Operativa Digital (DORA), aunque es una normativa europea, tiene implicaciones significativas para el sector financiero a nivel global, incluyendo Latinoamérica. Al igual que el GDPR influyó en la creación de normativas de protección de datos en distintos países, es probable que DORA impulse una evolución en la regulación de la resiliencia digital a nivel global. En Latinoamérica, donde la digitalización del sector financiero avanza a gran velocidad, su impacto podría ser significativo. La interconexión con entidades europeas y la creciente preocupación por la ciberseguridad podrían acelerar la adopción de marcos regulatorios inspirados en DORA. Esto no solo contribuiría a la mitigación de riesgos cibernéticos, sino que también fomentaría la armonización normativa, fortalecería la confianza en los servicios financieros y prepararía a la región para enfrentar amenazas tecnológicas en un ecosistema global cada vez más exigente.
Mejores Prácticas para la Gestión de Fondos de Inversión
Para mitigar los riesgos cibernéticos y cumplir con las regulaciones vigentes, las gestoras de fondos deben implementar estrategias de ciberseguridad robustas y actualizadas. A continuación, se detallan algunas prácticas recomendadas:
1. Evaluación Continua de Riesgos
Realizar evaluaciones periódicas de riesgos cibernéticos permite identificar vulnerabilidades y establecer prioridades en las medidas de mitigación. Este enfoque proactivo es esencial para adaptarse a las amenazas emergentes.
2. Implementación de Tecnologías Avanzadas
Adoptar soluciones de seguridad basadas en inteligencia artificial y aprendizaje automático mejora la capacidad de detección y respuesta ante amenazas, permitiendo una defensa más efectiva contra ataques sofisticados.
3. Formación y Concienciación del Personal
Capacitar al personal en prácticas de ciberseguridad y fomentar una cultura de seguridad reduce el riesgo de incidentes originados por errores humanos, como el phishing y otras técnicas de ingeniería social.
4. Gestión de Incidentes y Respuesta Rápida
Establecer protocolos claros para la gestión de incidentes cibernéticos asegura una respuesta rápida y efectiva, minimizando el impacto en las operaciones y la reputación de la entidad.